Comparto este edificio de Renzo Piano, el Paul Klee Zentrum, que propone una novedosa relación arquitectura - entorno. Tiene la doble cualidad de ser un edifico etéro, transparente y tecnológico; y a la vez estar sumergido en el terreno dando una expresión exterior de sutiles lomas de chapa emergiendo de campo.
Renzo Piano, que es un maestro de la volumetría, esta vez eligió correrse del protagonismo visual entendiendo que también una no-fachada es una fachada posible. Iclusive por momentos logra una de las utopías de la arquitectura moderna: construir el no-edificio.
Esta montaña de chapa es llevada al límite de sus posiblidades en los momentos en los que el pasto y las flores se "trepan" al techo.
Hay además 2 momentos en los que la montaña no es montaña: una de las cuatro fachadas es, podríamos decir, tradicional conformada con los arcos metálicos y el frente de vidrio. El otro momento es el espacio interior, que no contiene referencias a "lo enterrado" y es un lugar transparente, bien iluminado y con todos los detalles constructivos resueltos de antemano.
JMR
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