(Mario Robertech según Andrés Virzi)
Andando en bicicleta por Martínez venía pensando que ninguna
de las casas que veía era atractiva arquitectónicamente hablando, hasta que me
encontré con una pequeña joya en una esquina. Era una casa muy simple, una caja
de revoque apoyada sobre un plano de piedra. Una casa bien construida, con
mucha síntesis, bien orientada y bien proporcionada. Las ventanas miraban al
jardín y recibían luz del norte, también había una voluntad de tratar al muro
de piedra como un elemento en sí mismo, a la usanza neoplástica. Era una casa
moderna y actual, llevaba la firma de Mario Roberto Álvarez y se había
construido en la década del ´50.
JMR
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